Mi mundo perfectamente imperfecto

Los tengo que…

 

 

En mi vida no dejo de preguntarme un montón de cosas y una de ellas es: ¿a donde van a parar los “tengo que”?

Le he dado vueltas al asunto, no os vayáis a pensar que fue así de sopetón que me encontré con ellos.

Como toda madre trabajadora estoy muy ocupada (ir hacia un lado, hacer lo otro, ir a recados, compra, redes sociales…), pero en realidad me di cuenta que ocupada en realidad tengo mi mente.

Porque las tareas del hogar en media hora las dejas listas, (un día normal sin nada acumulado) y lo demás es un ir y venir de pensamientos que hacen que te pase la mañana en un suspiro sin hacer prácticamente nada.

Nunca os parasteis a pensar ¿todos los “tengo que” que quedan sin hacer, pero ni  hoy ni nunca?

Empiezas la rutina mañanera y ahí en general empiezan, que si la compra, que si recoger la casa, que además trabajar. Tengo que coger cita para tal, que si buscar no sé qué, pero todo esto se queda en media hora de pensamientos perdidos (media hora en el mejor de los casos) que al final no se cumplen.

Después de hacer lo esencial te vas liando, que si te llega un wasap, que si redes sociales, que si llamas a no sé quién. Lo dicho mañana volando. Y todo esto con un agotamiento porque me he llenado la cabeza de los “tengo que”.

Me he dado cuenta que podemos liberarnos de Los “tengo que”.

Estas son cinco claves para empezar:

 1º -Son pensamientos que agotan, por la simple razón de que no los has realizado y entonces tu mente es como si tuviese un archivo abierto sin guardar y sin acabar, claro. Te mantiene alerta hasta que lo realices.

2º- Si es indispensable que los hagas, no los dilates en el tiempo, haz una lista y empieza por los de más importancia a menos. O como te dé la gana, el caso es sacarlos de tu sistema, para evitar el agotamiento por cosas no cumplidas o tareas pendientes.

3º-Intentar llevar siempre una libreta con nosotros para apuntar lo que vayáis pensando, por un lado te evitas que se te olvide algo y así no fuerzas a la cabeza a estar todo el día o semana pendiente de algo que a lo mejor ni siquiera llegas a realizar.

4º-La mayoría de los tengo que (que van de muchos ámbitos desde cosas que hacer en casa, hasta sueños o metas), deberían ser expuestos en la nevera de tu casa.¿ Por qué la nevera?, se preguntaran algunos, porque suele ser el lugar más visitado de la casa. Y así cuando veas la lista colgada de la nevera te recordará cosas que quizá debas hacer.

5º.Si sacas de la cabeza los “tengo que” del día te dará tiempo a hacer más cosas, sobre todo a una muy importante, que es relajarse. Porque no siempre hay que estar haciendo cosas sin parar.

Nos hemos acostumbrado a un ritmo bestial de pensamientos y nunca nos hemos parado a pensar. ¿Para qué?, nos hemos metido en la cabeza que hay que hacer un montón de cosas al día porque si no no eres útil, o no eres una persona de provecho y nos hemos olvidado de algo muy importante. NUESTRA SALUD MENTAL.

¿Quien de verdad deja una hora para relajarse al día, para pensar en todo lo que se ha hecho y apuntar en una libreta cosas que quieres mejorar, o simplemente cosas que te gustaría hacer? 

Cuantas veces me encuentro a personas que me dicen que no saben lo que quieren de la vida.

Como lo van a saber si no dejan descansar a la mente, si la llenan todo el día de ruido, con programas de la tele, con noticias catastróficas, con música de fondo y todo esto con un fin, no escuchar a nuestra mente. 

Os digo desde ya que eso no sirve para nada, solo dilatáis en el tiempo algo que al final se debe hacer: conocerse a uno mismo.

Si de verdad queréis descansar la mente, parar el ruido mental, primero no tengáis miedo a escucharos, todo lo que está ahí lo habéis vivido, es un pasado que lucha por irse de una vez y solo está ahí porque es tu decisión no dejarlo ir. Seguir acumulando cosas para el mañana. 

Siempre digo que las personas no se dan cuenta de todo lo que acumulan, llevan una mochila imaginaria en la espalda donde van cargando todo aquello que no quieres desprenderte, (el pasado, discusiones, movidas varias, tu ex, el otro, el de tu amiga, la vecina pesada del quinto, lo que te pasó con 6 años, la discusión con tu mejor amiga a los 12 años, etc. y cosas también más graves), pues todo eso son muchos kilos con los que vas todo el día a tu espalda haciendo todo aquello que debes hacer. Imagínate que carga, en el mejor de los casos eso te impide avanzar. ¿Y todo para qué? Alguna vez te has parado a pensar ¿por qué no olvidamos el pasado y continuamos nuestras vidas desde el presente, sin importarnos nada de lo que pasó?

-“Es una creencia limitante que nos dice que si no te preocupas no eres responsable, que los problemas que pasaron son muy importantes y no se deben perdonar ni olvidar.”

Lo pasado pasado está y ya no se puede hacer nada por cambiarlo, pero puedes mejorar tu vida si lo dejas atrás. Si te dieras cuenta realmente lo que te limitan esas cosas que guardas, las tirarías en un foso  y no verías para atrás. 

Si quieres un pequeño remanso de paz en tu mente solo te diré que nadie te va a dar la clave mágica para borrar todo eso que tienes acumulado, tienes que ser tu quien decida dejarlo atrás.

 Primero hay que parar la mente, quitarle todo el ruido mental para así claramente escuchar a nuestros pensamientos y lo que debemos hacer. Como paramos el ruido mental, una de las formas es meditando. Meditar solo es simplemente intentar no pensar en nada y estar atento a la respiración. Primero se intenta hacer durante un minuto y se van aumentando minutos según la práctica. No vas a levitar, ni es un rollo espiritual, es algo que te ayuda a parar la mente a despejar de todo ese ruido mental del día, de toda esa carga que llevamos a la noche después de un día largo.